Los riesgos a los que se enfrentan los niños cuando les compramos un móvil

Peligro, móvil¡Qué pocos padres se resisten a comprar un samrtphone a sus hijos aunque sean aún niños!

Es un hecho que cada día más niños y a edades más tempranas utilizan de forma autónoma teléfonos de última generación conectados a Internet todo el tiempo.

Y es que la presión ejercida por los menores en sus casas y las ventajas que efectivamente ofrecen, como la posibilidad de localizarlos geográficamente mediante el dispositivo, hacen que los padres terminen por comprárselos.

Aunque la edad recomendada para comenzar con su uso es en torno a los 13 ó 14 años, la realidad es que cada vez se anticipa más y hoy no son pocos los niños menores de 12 años los que los utilizan libremente y con conexión a Internet en cualquier lugar.

Pero…

¿Cuáles son los riesgos a los que se enfrentan?


Veamos un resumen de los peligros que esconde el uso de estos dispositivos especialmente en los niños. Es vital que esta información sea conocida tanto por los menores como por sus padres y éstos deberán hablar con sus hijos de ello, aunque hayan superado los 14 años, para explicarles tanto los riesgos relacionados como el modo de evitarlos.

Sexting

Se conoce con esta expresión de origen anglosajón la práctica de enviar imágenes eróticas o con alto contenido sexual de uno mismo a, normalmente, la pareja sentimental. El problema viene cuando esas fotos o vídeos, que por diferentes razones pueden dejar de ser privados, se escapan al control tanto del emisor como del receptor. Terminan siendo públicas y llegando a todo el entorno familiar y de amistades lo que le provoca una situación insufrible de vergüenza, la que a menudo desencadena resultados fatales.

  • Cómo prevenir: El único modo de evitar este riesgo es sencillamente no practicarlo. Son numerosas las razones por las que este tipo de imágenes llegan a ser públicas, como venganzas de ex parejas, errores técnicos, uso del telefoneo por otras personas, robo, pérdida, etc. El problema, como es conocido, alcanza también a adultos, pero debemos saber que en el caso de menores de edad, además de la posible situación de angustia, puede provocar otro tipo de problemas legales, ya que tanto producir como enviar este tipo de fotos de menores de edad se considera delito.

Grooming

Otra palabra importada que se utiliza para designar el acoso sexual a menores por parte de adultos. El origen suele ser algún contacto falso en redes sociales. Un adulto se hace pasar, normalmente, por un joven de la misma edad y de sexo contrario. Con el tiempo gana su confianza y consigue que la víctima ceda alguna foto o vídeo de contenido sexual explícito. A partir de ese momento comienza el chantaje, exigiendo cada vez más imágenes del mismo estilo amenazándole con hacer públicas las que ya posee.
Se convierte en una espiral con una difícil solución, ya que el menor oculta el problema a sus padres mientras crece y se hace cada vez más grave. Los resultados, como ya ha ocurrido en casos que se han hecho públicos, pueden llegar a ser fatales llegando incluso al suicidio del menor.

  • Cómo prevenir: Solo admitir en redes sociales a personas que se conozcan realmente. Desconfiar de los perfiles desconocidos, de mensajes tentadores, de invitaciones inesperadas,… en las redes sociales no todos los perfiles son lo que dicen ser.
    La webcam de ordenadores y otros dispositivos puede ser el origen del robo de imágenes íntimas. Debemos evitar su uso, incluso taparlas físicamente en esas situaciones, pues con determinadas técnicas de infección, podrían llegar a robarnos estas imágenes sin darnos cuenta. El menor debe saber que ante el primer acoso recibido, la única forma de detenerlo es ponerlo en conocimiento de sus padres o un adulto de confianza y denunciarlo a la Policía.

Ciberacoso

Conocido también como ciberbullying, consiste en el acoso a través de las comunicaciones de Internet entre jóvenes y niños, de igual a igual. Se produce cuando un grupo de compañeros o amigos hostigan de forma continuada y a veces pública a un joven. Suele darse en el entorno escolar, pero los resultados son mucho más dañinos que el conocido acoso escolar practicado hasta ahora. La víctima se ve indefensa ante la acumulación de insultos en forma de fotos, vídeos y todo tipo de comentarios que se extienden por las redes sociales que utiliza habitualmente.

  • Cómo prevenir: No resulta fácil la prevención, casi podríamos decir que imposible. Pero lo importante es que el menor actúe rápido, contándolo a padres y/o tutores del centro escolar cuanto antes. La mayoría de los casos se solucionan con el diálogo, pero si no surte efecto, podemos recurrir a denunciar. En esta entrado explicamos cómo abordar un caso crítico de este tipo con resultado satisfactorio: Un caso real con final feliz (y solución legal).

Fuga de información personal

En los dispositivos guardamos información muy personal y la mayoría de los niños no son conscientes de ello y de la importancia que tiene. En fotos, conversaciones, agenda telefónica, etc. suele existir información comprometida que incluye no solo al niño, sino también al resto de la familia. Centro escolar, lugares frecuentados, localidad de las vacaciones, fechas en las que nos ausentamos de casa, etc. son datos sensibles que nunca deben caer en manos de personas malintencionadas. Además, en muchos casos, toda esta información termina publicada en redes sociales de forma voluntaria.

  • Cómo prevenir: Limitar al máximo la información personal depositada en el dispositivo y sobre todo la compartida en redes sociales. Proteger el acceso al teléfono con algún método de bloqueo de pantalla evitará que alguien acceda a ella en caso de robo o pérdida.
    Nunca compartir las contraseñas, incluso con amigos íntimos.
    No se deben instalar aplicaciones procedentes de fuentes no oficiales, pueden contener archivos tipo virus que roban la información e incluso llegan a bloquear el teléfono.
    Es una buena práctica activar los métodos de bloqueo y borrado del dispositivo a distancia, como explicamos aquí para el caso de Android.

Compras involuntarias o incluso voluntarias

Los dispositivos móviles permiten realizar pagos. A veces, si se ha configurado la herramienta, podemos encontrarnos con facturas inesperadamente altas por el simple hecho de jugar a videojuegos donde determinadas funciones tienen un coste, aunque se realizan de forma involuntaria.

  • Cómo prevenir: Ningún sistema operativo exige esta función para que funcionen el resto de aplicaciones.

Riesgos para la salud y las relaciones personales

Uno de los efectos que los móviles tienen sobre sus usuarios, incluidos los niños y jóvenes, es la adicción. Su uso continuado durante horas y días puede provocar problemas físicos y de salud en la vista, las cervicales y los dedos. Ya se han descrito dolencias tan específicas como la “whatsappitis”.
Este uso exagerado también puede afectar de forma importante a las relaciones sociales personales y a actividades deportivas y al aire libre.

  • Cómo prevenir: Sin duda es una tarea complicada, por el hecho de que el dispositivo es móvil y lo llevan consigo todo el tiempo. Habrá que tratar de pactar un uso razonables e incluso unos horarios en los que el teléfono debe quedar apagado. Pero si no conseguimos que ellos mismos sean conscientes del abuso, de poco servirán las medidas que propongamos.