La Policía logra evitar el suicidio de un menor al que acosaban por Internet

A principios de este mes ha sido noticia de alcance una exitosa acción policial internacional por la que se ha logrado detener a dos personas en Guatemala que acosaban por Internet a un joven español al que le llevaron a una situación límite.

La Policía española ha declarado incluso que los agentes impidieron el suicidio del joven. La presión iba en aumento porque los acosadores obligaban al joven a que les enviara imágenes y vídeos pornográficos de sí mismo cada vez más explícitos.

La Policía logra evitar el suicidio de un menor al que acosaban por Internet

Los hechos ocurrieron al menos hace un año. La alarma surge cuando los sistemas de rastreo de la Homeland Security Investigation (HIS) de Estados Unidos descubren una comunicación entre un menor y un conocido acosador sexual fichado por la Policía y residente en Guatemala. En esos mensajes el menor declaraba la intención de suicidarse por no soportar más la presión a la que estaba siendo sometido.

Inmediatamente ponen el hecho en conocimiento de las autoridades de ese país y las posteriores investigaciones indican que el joven acosado reside en España. Desde Guatemala lo comunican a la Policía española y pronto localizan a la víctima, un menor de edad del que no ha trascendido ni su edad ni tampoco la localidad exacta de Cataluña en la que reside.

Por fortuna, este caso ha terminado felizmente, el joven está a salvo y los delincuentes en prisión. Se trataba de dos varones que captaban a jóvenes de todo el mundo y que tras los correspondientes engaños, conseguían imágenes de contenido sexual para extorsionarlos. Se les ha encontrado pruebas de haberlo logrado al menos con decenas de víctimas.

¿Cómo actúan estos acosadores de menores en la Red?

Los depredadores sexuales se aprovechan de la inocencia de los menores. Les basta con crear perfiles falsos en redes sociales haciéndose pasar por niños y niñas de la misma edad que las víctimas. Simplemente roban de Internet fotos de otros niños y niñas que puedan resultar atractivos para la víctima y se hacen pasar por ellos.

Inicialmente entablan una relación propia de la edad, pero en cuanto el acosador se gana la confianza del menor las conversaciones suben de tono y empieza a enviar fotos provocativas, por supuesto falsas. El niño o la niña creen tener una verdadera relación con alguien de su edad y terminan por enviar su primera foto de contenido sexual.

Desde ese momento comienza el chantaje, amenazando al menor con hacer públicas sus fotos de desnudos en redes sociales donde están sus padres, familiares y amigos. Comienza una espiral en la que el acosador irá subiendo el nivel de exigencia de fotos y vídeos, llegando incluso a exigir encuentros en persona.

Los menores afectados por este acoso, bloqueados por el miedo y la vergüenza, no son capaces de contárselo a nadie y sufren el martirio ellos solos.  En ocasiones los resultados de estos hechos son tan dramáticos que llegan al límite del suicidio.

La mejor prevención es la educación del menor

Los menores deben saber que en Internet no todo lo que ven es lo que aparenta ser. Con unos pocos consejos, explicados de forma adecuada para que los comprendan, podríamos evitar la mayoría de casos de acoso sexual (también conocido como grooming) tan frecuentes en la actualidad.

Los menores deberían conocer, y para ello los adultos jugamos un papel fundamental, los siguientes aspectos arriesgados de Internet y las redes sociales:

  • Perfiles falsos. Muchos de los perfiles que vemos en las redes sociales son falsos. En cualquier momento podemos comprobar que nada cuesta crear tantos perfiles falsos como queramos en cualquiera de las redes sociales actuales.
  • Intentan engañarnos. Algunas personas en Internet crean estos perfiles falsos para engañar y sacar algún beneficio de ello.
  • Desconfiar de desconocidos. Nunca debemos confiar ciegamente en alguien que solo conocemos por Internet. Podría tratarse de un perfil falso, de un montaje difícil de descubrir si quien lo ha creado ha tenido cuidado con los detalles.
  • Nunca fotos de desnudos. Bajo ningún concepto debemos enviar una foto de desnudo propio A NADIE y menos todavía a un desconocido.
  • Es un delito. El hecho de poseer o compartir fotos de menores desnudos es un delito, incluso si se trata de nuestra propia foto.
  • Denuncia cuanto antes. Si un menor se ve envuelto en una de estas situaciones, debe saber que por sí solo nunca se librará del chantaje. Cuanto antes dé aviso a quien puede ayudarle, antes terminará el sufrimiento. Debe contarlo a sus padres y/o al profesor/a que le inspire mayor confianza.
  • Son víctimas. Deben saber que ellos son las víctimas, nunca los culpables del problema en el que se han visto envueltos.

Esperemos que algún día todos los padres expliquen a sus hijos estos sencillos consejos para que puedan mantenerse a salvo de los ciberacosadores sexuales y pederastas que habitan en Internet.