La tecnología actual nos permite convertir fácilmente nuestra casa en un hogar inteligente. Los dispositivos conectados a Internet y su gestión desde la nube nos abren nuevas puertas para que la inteligencia artificial participe en su control y supervisión.
Los hogares inteligentes nos aportan ventajas tan interesantes como la comodidad, el ahorro energético o la seguridad en la vivienda. Pero nos ofrecen algo incluso mucho más valioso, la supervisión y seguridad de sus propios inquilinos, nuestra familia.
¿Qué es un hogar inteligente?
Para entender lo que realmente conocemos como casa inteligente, conviene recordar cómo han evolucionado los dispositivos con los que podemos dotar de automatismos a nuestra vivienda.
- En un primer momento, los elementos que proporcionaban automatismos a nuestro hogar eran simples dispositivos independientes, como programadores de iluminación o alarmas que hacían sonar una sirena en caso de apertura de la puerta.
- Más recientemente, esos dispositivos que instalamos en casa ya han incorporado la conexión a Internet. De esta forma, podemos supervisar personalmente y controlar estos dispositivos a distancia desde nuestros dispositivos móviles.
Además, permiten la interacción entre ellos, lo que nos da pie a programar acciones dependiendo de diferentes condiciones. Por ejemplo, podemos programar que se enciendan las luces de casa a partir de cierta hora y cuando nos detecte en la entrada. - La vivienda inteligente va un poco más allá. Además de lo que hemos descrito antes, la vivienda “aprende” de nuestras acciones. Se anticipa a nuestras necesidades, supervisa todos los dispositivos y nos proporciona alertas ante situaciones imprevistas o de riesgo aunque nosotros no las hayamos programado.
Se logra aplicando la inteligencia artificial (IA) al tratamiento de los datos recogidos por todos los dispositivos conectados. Estos datos se transmiten a tiempo real a un ordenador en la nube donde quedan guardados, se analizan y se generan respuestas inmediatas de acuerdo con acciones programadas y controladas por la propia IA.
Dependiendo de los dispositivos que hayamos instalado en nuestro hogar, la supervisión y las alertas creadas pueden abarcar todo tipo de situaciones y elementos, como electrodomésticos, fugas de agua, gas, humos, etc. Y lo que es más importante, la supervisión de las propias personas, especialmente interesante si hablamos de ancianos, niños o personas con cualquier limitación o minusvalía.
¿Cómo hacer mi casa inteligente?
Las viviendas inteligentes están ya al alcance de cualquiera. No estamos hablando de ciencia ficción, sino de una realidad que se impone. La tecnología lo permite y los dispositivos necesarios son cada vez más numerosos y económicos.
- La primera condición que debe cumplir una vivienda para que podamos convertirla en inteligente es que cuente con conexión a Internet. Actualmente no debe de suponer ningún problema. La red de Internet está extendida a prácticamente la totalidad de la población, incluso con calidades y velocidades de fibra óptica.
- En segundo lugar deberemos instalar en nuestra vivienda diferentes elementos conectados que se utilizarán como sensores y actuadores. Hablamos de detectores de movimiento, cámaras, sensores de temperatura, de puerta o ventana abierta, bombillas, enchufes, cerraduras, termostatos y un largo etcétera.
Puedes encontrar mucha información sobre estos dispositivos en este apartado de hogares digitales de nuestro blog.
A mayor número de dispositivos conectados y más variados en sus funciones, mayores posibilidades de supervisión obtendremos. Necesitaremos también un teléfono o tableta inteligente para la instalación y manejo de todos esos elementos conectados.
- Si además queremos dotar a nuestra vivienda de inteligencia artificial, deberemos utilizar algún servicio externo especializado. Recogerá toda la información, la procesará y nos mantendrá informados de lo que le sucede a la vivienda y a sus habitantes.
Soffie es uno de esos sistemas inteligentes diseñado expresamente para implementar la IA a nuestras viviendas. Recopila toda la información a través de los sensores, aprende de nuestras rutinas, detecta anomalías y nos las comunica a tiempo real en el teléfono.
Dependiendo de los dispositivos y servicios contratados, la supervisión puede estar dedicada especialmente al cuidado de mayores, de niños, de mascotas, la seguridad física de la vivienda, etc.
Sin lugar a duda, el futuro de nuestras viviendas pasa por la inteligencia artificial. El hogar conectado es ya un hecho en la mayoría de las viviendas o familias y en un futuro próximo veremos cómo evolucionan a sistemas inteligentes de supervisión y gestión.
