Las páginas Web fraudulentas conocidas como ‘phishing’ son aquellas que simulan ser otras páginas conocidas, con la finalidad de engañarnos para robarnos información personal.
Las grandes compañías que diseñan y mantienen actualizados nuestros navegadores, como Microsoft, Google, Chrome, etc., hacen un esfuerzo conjunto para anularlas lo antes posible y disminuir así su repercusión.
Mantienen un registro de todas las páginas fraudulentas que se han detectado y nos avisan del posible fraude en cuanto intentamos entrar. Pero la información para que este sistema funcione lo más rápidamente posible depende muchas veces de nosotros, los propios usuarios.
Si detectamos alguna página fraudulenta, debemos denunciar lo antes posible. Cuanto mayor número de personas denuncie una determinada página y más rápidamente lo hagan, antes será revisada y bloqueada si es el caso.