Cerca de 160.000 cuentas de Nintendo han sido robadas

La compañía nipona ha confirmado que sus cuentas de Nintendo Network ID han sido robadas por hackers, revelando las contraseñas, datos de usuario y datos de pago vinculados a las mismas.

nintendo wii lite

Las contraseñas de acceso son el aspecto más valioso para los usuarios de cualquier plataforma. Sobre todo cuando hablamos de servicios que guardan datos de pago. Es por esto que el hackeo a plataformas para el robo de credenciales resulta una mala noticia.

Nintendo ha confirmado que cibercriminales han accedido a sus servidores y han robado los Network ID de sus usuarios. Estos datos pertenecen a Nintendo 3DS y WiiU, aunque hasta antes de esta noticia también se vinculaban con la nuevas Nintendo Switch. Sin embargo, la compañía ha eliminado esta posibilidad para no vulnerar las nuevas cuentas de sus jugadores.

Ante este robo de contraseñas, es importante que los usuarios no solo las cambien para evitar que también se lleven sus datos de pago o realicen compras, sino también modificarlas en los servicios en los que hayan utilizado las mismas claves.

Además, también es recomendable verificar los últimos movimientos en las cuentas bancarias asociadas a los datos de pago utilizados en Nintendo ID.

Para evitar nuevos robos de cuentas, los usuarios deben activar el doble factor de autenticación, con el fin de que nadie pueda acceder a ellas aunque consiga su contraseña. De este modo, obtendrán un aviso cada vez que alguien intente iniciar sesión, y sabrán que es el momento de cambiar su clave.

Creación de claves robustas

  • Utiliza una contraseña larga, mayor que 8 caracteres. Es mejor que sean frases y no palabras.
  • Intercala mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
  • No utilices información personal. Los nombres, números de teléfono y otros datos personales son fáciles de obtener con búsquedas en fuentes abiertas.
  • Utiliza una frase larga y cambia algunas letras por números y símbolos, de modo que se cree un código que solo tu recuerdes.
  • No apuntes las contraseñas ni las guardes en el navegador. Utiliza un gestor de contraseñas con el que solo tendrás que memorizar una clave maestra.
  • Utiliza el doble factor de autenticación.
  • Cambia tu contraseña cada vez que detectes algo sospechoso o algún servicio que utilices anuncie una brecha de seguridad.