Controla tu huella digital. Utiliza el “egosurfing”

Nuestra huella digital pública es aquella que queda en Internet relacionado con nosotros y que está al alcance de cualquiera por ser un contenido público.

Controla tu huella digital. Utiliza el egosurfing

Especialmente relevante para nosotros es aquella información que se puede encontrar tan solo buscando nuestro nombre en los buscadores. Ello facilita enormemente que personas que buscan información de nosotros la encuentren de forma inmediata.

La huella que formamos a lo largo del tiempo en Internet es en muchos casos responsabilidad nuestra directamente, es decir, la que dejamos personalmente en lugares públicos, como algunas redes sociales, foros públicos, comentarios en blogs, etc., siempre que lo hagamos bajo nuestro nombre.

Pero también nuestro nombre puede aparecer en otros lugares en los que nosotros no hemos intervenido, como en una publicación de boletines oficiales, recopiladores de información telefónica de dudosa legalidad, o alguien nos nombra en un espacio público con o sin malas intenciones, etc.

¿Conviene tener huella digital?

Contar con una huella digital de este tipo no es necesariamente negativo. En muchas ocasiones es provechosa, siempre que la información sea positiva para nosotros. Pensemos en personas famosas o en quienes quieren dar una imagen concreta por razones laborales, comerciales o de cualquier tipo.

Pero también nos encontramos con la posibilidad de que nuestra huella juegue en nuestra contra. Es conocido por todos que en la mayoría de las empresas, cuando realizan selecciones de personal, hacen búsquedas previas de la huella digital de los candidatos y de su presencia en redes sociales. Son muchos los jóvenes que se apresuran a “limpiar” su presencia en Internet cuando se enfrentan a su primera entrevista de trabajo.

En resumen, la huella digital hoy es casi imprescindible, especialmente si hablamos de las personas más jóvenes. Actualmente es casi imposible que un joven no cuente con una presencia en Internet aunque sea moderada. No tenerla podría despertar ciertas sospechas. Podría indicar que o la ha borrado radicalmente o no utiliza Internet en absoluto, situaciones ambas que no aportan nada positivo, especialmente a un joven.

Lo ideal, por tanto, es mantener una presencia pública en Internet, que puede ser de mayor o menor calado, pero cuidando que los contenidos sean positivos para nuestros objetivos y que no puedan volverse en nuestra contra en ninguna circunstancia.

Buscarse uno mismo o “Egosurfing”

Una práctica interesante para mantenerse informado de lo que los demás pueden encontrar de nosotros mediante una sencilla búsqueda es hacerla nosotros mismos.

Se conoce por el término anglosajón egosurfing que no es más que investigar por Internet lo que encontramos al buscar nuestro propio nombre. Conviene realizarla con cierta frecuencia, pues la información disponible es dinámica y puede cambiar en cualquier momento.

Programar el “egosurfing”

Para no tener que estar realizando las búsquedas nosotros mismos, podemos programar a Google bajo nuestra cuenta para que realice un rastreo constante de Internet en busca de nuestro nombre o de cualquier otro texto que creamos oportuno.

La herramienta, que no mucha gente conoce, se llama Alertas de Google y permite guardar las búsquedas que queramos. Cada vez que el sistema encuentre una coincidencia nueva con el texto programado para la búsqueda nos enviará un correo electrónico para avisarnos y nos adjuntará el lugar de Internet donde la ha encontrado.

Controla tu huella digital. Utiliza el egosurfing

De este modo, no será necesario que nos preocupemos por buscarnos. Google lo hace por nosotros y nos avisa inmediatamente cada vez que se publique información que hemos programado, como nuestro nombre, DNI, teléfono, matrícula del coche, etc.

Cómo limpiar la huella digital negativa

Es importante mantenernos atentos a la información nuestra que aparece pública en Internet, pero esa es la tarea más sencilla y la que nos va a llevar menos esfuerzo. Más complicado será eliminar cierta información, que a veces está publicada en servicios y compañías que pertenecen a otros países, donde nuestras solicitudes son ignoradas.

En general, las posibilidades con las que nos vamos a encontrar serán algunas de las siguientes:

  • Si la información la hemos publicado nosotros mismos, como en un foro público o redes sociales bajo nuestro nombre, solo deberemos acceder al servicio para borrarlo, cambiar nuestro nombre o solicitar a los administradores que lo borren.
  • Si aparecemos en alguna página o blog porque en su momento escribimos nuestro nombre o quizá lo ha escrito otra persona, no podremos acceder para la eliminación del contenido, pero bastará con solicitarlo a los administradores para que lo retiren.
  • Y si no lo logramos, siempre podemos recurrir a la posibilidad que nos ofrece Google para que el resultado no aparezca en las búsquedas. La información seguirá estando publicada, pero al menos no aparecerá cuando se utiliza el buscador. No es un proceso sencillo ni inmediato ni con garantías, pero podemos intentarlo si no logramos eliminar la información. Deberemos seguir las instrucciones que encontraremos en esta página, apartado ’Búsqueda Web’. Aquí explican las políticas que siguen para acceder a la eliminación de contenido.
  • En casos extremos y si nada funciona, es posible optar por una solución más compleja, a largo plazo y quizá no al alcance de muchos usuarios poco expertos. Se trataría de “inundar” Internet de información nuestra positiva y controlada por nosotros para que los resultados negativos pasen a tener posiciones más alejadas en los resultados de las búsquedas. Perfiles en Facebook o LinkedIn, con la privacidad adecuada para que sean encontrados por los motores de búsqueda, aparecerán en los primeros lugares de las búsquedas. Algún blog a nuestro nombre, presencia en foros adecuados, etc., pueden ayudar a ocupar los primeros puestos de los resultados. Hoy sabemos que todo aquello que aparece a partir de la segunda página de resultados del buscador es casi “inexistente”, así que este podría ser un buen método para “ocultar” o minimizar el impacto de una huella digital perjudicial.
  • Si la información que aparece puede ser considerada como un delito, por ejemplo injurias, imágenes pornográficas, odio, etc., es posible recurrir a la Policía para denunciar la página. En el caso de ser una página ubicada en el propio país, seguramente tendrá efecto la acción policial, de lo contrario, es muy posible que nunca llegue a eliminarse el contenido.

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