Internet no es una Farmacia

El pasado día 10 de mayo, en el Congreso Nacional de Tyrius, con un programa de trabajo muy interesante en torno al uso de la tecnología y su impacto en los consumidores, asistimos a una extraordinaria conferencia de Dª Gema García Hernández, Fiscal Decana de Menores.

Al margen de que escuchar a Gema es un placer por lo que cuenta y por cómo lo cuenta, creo que es importante, en un foro como hijosdigitales relatar la intervención de una señora del público. Gema dio oportunidad a los asistentes para que en cualquier momento interrumpiesen su conferencia y así ocurrió. Una señora del público nos contó a los presentes su caso particular.

Según yo entendí, su hijo, un menor de edad, padecía un proceso depresivo y a través de Internet adquirió algún tipo de medicamento “milagroso” contra la depresión. Las consecuencias de la ingesta de los medicamentos adquiridos fueron tan dramáticas que se hizo de repente un silencio en la sala del Palau de la Música de Valencia completamente abarrotado: su hijo murió. La madre en cuestión le dijo a la Fiscal de Menores que había denunciado el caso y que el caso había sido archivado. Rápidamente Gema, con un giro de cintura que demuestra que lleva ya años en el oficio, derivó este caso tan dramático y particular hacia una conversación en un momento más adecuado y un entorno privado. Pero el hecho que conocimos todos de primera mano me hizo reflexionar. Muchas veces a lo largo de estos años trabajando y pensando en ProtegITs hemos analizado los males que puede encerrar la red para los menores y he de ser sincero: no me había planteado que pudiese ocurrir una cosa tan dramática de una forma tan sencilla. Cuando llegue a casa lo primero que hice fue contárselo a mi familia para que la muerte de este chico pueda tener algún sentido. Lo segundo que hice fue sentarme a escribir esta entrada, como padre, para gritar a los cuatro vientos que tenemos que tomar cartas en el asunto a través de la educación “digital” de nuestros hijos.

Medicamentos contra la depresión, contra el exceso de peso, contra la fatiga, contra la falta de memoria, para aguantar más estudiando o para lo que uno quiera. No tienen más que ir al que todo lo sabe, Google y poner unas palabras no mágicas sino “trágicas”. Pero Internet y las redes sociales no son ni buenas, ni malas. Lo bueno o lo malo es el uso que de ellas se hace y nosotros, como padres, tenemos que estar ahí para ayudar a nuestros hijos y a nuestros iguales si lo necesitan.

Les animo a que cuenten los casos que conozcan iguales o parecidos porque es posible que contándolo a través de estos medio algún chaval que esté pensando en seguir los pasos del protagonista de esta historia se lo piense y recapacite. En breve pondremos los medios para que nos puedan hacer llegar sus colaboraciones.

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Amparo
13 years ago

y ¿qué pasa con las dietas milagrosas? ¿hay algún chaval que se crea de verdad lo que dicen las webs de adelgazamiento en 2 semanas?

lourdes
13 years ago

¿Por qué costará tanto a la gente comprender que comprar medicamentos por internet en la primera web que te llega por correo electrónico, es similar a comprárselo al primer desconocido que te las ofrezca por la calle en una esquina? Los controles sanitarios son los mismos, es decir, nulos. Al menos, al comprarlos a un desconocido en la calle, tendríamos la garantía de que algo nos entrega (ni se sabe qué), cosa de la que tampoco podemos estar seguros en la compra on-line. ¡Cuanta labor de concienciación queda por hacer todavía!

Marisa
13 years ago

Muchísimas dracias a la madre que ha querido compartir su dolor para evitar otros similares. Internet ha globalizado también “la puerta del colegio”. Primeron era caramelos, posteriormenete drogra y ahora hasta medicinas falsas. Inicialmente nos alertaban sobre los peligros en la puerta del colegio y ahora tenemos que alertar, como padres de una puerta demasiado extensa. La edad en la que los niños van solos por la calle ha aumentado considerablemente, porque nos preocupamos por su seguridad; a cambio la edad en la que se mueven sólos por todo el mundo ni lo pensamos… Una vez más hay que insistir… Read more »