Aquella imagen que hemos visto durante tantos años de personas haciendo “dedo” en la carretera parece que tiene los días contados. Y no tanto porque sea ilegal, sino porque la tecnología avanza de tal manera que ya no tendrá sentido, ahora lo podemos hacer de forma mucho más eficiente.
Si queremos hacer un viaje y no disponemos de coche, podemos usar las plazas libres que otras personas ofrecen en sus vehículos para compartir, normalmente por un precio muy reducido.
Ya no se trata de esperar en un punto de una carretera a que pase un alma caritativa que nos quiera llevar. Ahora, mediante nuestros dispositivos móviles podemos localizar las ofertas que nos interesen de viajes compartidos que otras personas han publicado. Es como una red social en la que los contactos interactúan para compartir las plazas de sus coches.
Un ejemplo de web muy desarrollado que nos proporciona este servicio es Conduzco.es y sus aplicaciones preparadas para el iPhone y Android. Desde la Web o desde nuestros dispositivos portátiles podemos tanto ofertar plazas para compartir como realizar peticiones para una determinada ruta. La aplicación requiere que nos registremos con algún dato personal y a partir de ahí podemos utilizarla completamente y sin coste alguno. Actualmente funciona en toda Europa.
Ya tiene casi 2 millones de usuarios registrados y si echamos un vistazo en las búsquedas, comprobaremos que existe mucha actividad, principalmente en las rutas que pasan por las grandes capitales.
Pienso que es una gran idea y que en esta época va a tener mucho éxito por varias razones. Como dicen en su propia página, utilizando el transporte compartido reducimos la congestión del tráfico, ahorramos en gasolina y contaminamos menos.
Quizá el único problema que le veo es la inseguridad que lleva implícita. Cuando acuerdas un viaje compartido lo único que une a las dos personas es quizá alguna llamada al móvil o algún correo electrónico para concretar lugar y hora. Esto no es suficiente para garantizar la seguridad en ningún caso. Es decir, desconoces absolutamente todo de la otra persona y creo que a mucha gente le va a parecer un problema importante. Y realmente lo puede ser.
En esa línea, han creado una opción en la que las ofertas y las peticiones se realizan sólo entre mujeres. Así intentan llegar a aquellas posibles mujeres temerosas de acosos sexuales, secuestros o violaciones. Pero realmente puede haber otros problemas, ¿cómo sabes que no estas llevando a un/a menor en el coche y alejándolo/a de su hogar? ¿Te puedes buscar un problema con ello? ¿Y si paras a comer a mitad de camino y el conductor se pasa un poco (o mucho) bebiendo?
La verdad es que los problemas que puedo imaginar son muy numerosos y me harían pensarlo dos veces antes de decidirme. Pero la realidad es que la red funciona, tiene movimiento, por tanto hay mucha gente confiando en los demás.
¿Lo has probado?
¿Crees que los problemas de inseguridad son tan importantes o crees que “no es para tanto”?
Da un poco de yuyu pero este viernes lo pruebo a ver que tal
Te agradeceremos nos cuentes cómo ha ido tu primera experiencia y si lo recomiendas.
Gracias Kinex.