Nuevo caso de menores víctimas del ciberacoso sexual

La Policía ha detenido a un ciberacosador de menores en la provincia de Cádiz acusado de chantajear a decenas de menores españoles con fotos de contenido sexual que había obtenido engañándoles a través de diferentes medios de Internet.

Nuevo caso de menores víctimas del ciberacoso sexual

Un varón de unos 30 años fue detenido la pasada semana en Puerto Real (Cádiz) tras las investigaciones policiales que trataban de localizar a un ciberacosador de menores. Se iniciaron a partir de la denuncia de los padres de un menor de Zaragoza que averiguaron que su hijo menor intercambiaba fotos de desnudos con lo que aparentaba ser una niña de 14 años.

En realidad se trataba de Benjamín, de 30 años y viejo conocido de la Policía por haber sido detenido ya en varias ocasiones desde 2008 por causas similares. En esta ocasión se le han encontrado más de 2000 fotos y vídeos pedófilos y parece que está detrás de varias decenas de casos de extorsión a menores actualmente.

La mayor acusación que pesa sobre esta persona es el suicidio de un menor en Estonia que decidió quitarse la vida por no poder superar la presión del extorsionador. Desde este país se organizó la búsqueda del delincuente en 2008 y en 2009 llegó a ir a la cárcel. Pero poco después quedó en libertad hasta la actualidad, parece ser que por la dificultad de organizar un juicio con tantos implicados y por videoconferencia.

¿Cómo contactaba con los menores?

Los primeros contactos con menores los iniciaba a través de videojuegos online. Se hacía pasar por Sara, una niña de 14 años aficionada a los videojuegos.

Tras ganarse la confianza de los menores, seguían la relación a través de redes sociales y servicios de mensajería instantánea utilizando diferentes cuentas falsas. Utilizaba fotos de otras menores que encontraba por Internet para crearse perfiles atractivos para los jóvenes.

Con el tiempo, lograba subir de tono las conversaciones y pedía fotos de desnudos a cambio de las que él enviaba simulando ser una joven. Cuando una de sus víctimas caía en la trampa y enviaba alguna foto comprometedora, empezaba la extorsión e iba pidiendo más fotos y vídeos de contenido sexual a cambio de su silencio.

¿Cómo proteger a los menores de estos ciberacosadores?

Debemos asumir que el uso de Internet por los menores escapa al control de los adultos. Son muchos los dispositivos conectados y muchas las vías por las que un menor puede actualmente tener acceso a todo un mundo de comunicaciones y redes sociales.

El único modo realmente eficaz para protegerlos de estos casos de ciberacoso sexual es explicarles que estas cosas suceden y que ellos algún día podrían verse en el lugar de la víctima si no actúan de forma adecuada.

La solución pasa por la educación del menor

Los menores deben saber que en Internet no todo lo que vemos es lo que aparenta ser. Con unos pocos consejos, explicados de forma adecuada para que los comprendan, podríamos evitar la mayoría de casos de acoso sexual o grooming tan frecuentes en la actualidad.

Los menores debería conocer, y para ello algún adulto debería explicarles, los siguientes aspectos arriesgados de Internet y las redes sociales:

  • Perfiles falsos. Muchos de los perfiles que vemos en las redes sociales son falsos. Podemos comprobar que nada nos cuesta crear tantos perfiles falsos como queramos en la mayoría de redes sociales actuales.
  • Intentan engaños. Algunas personas en Internet crean estos perfiles falsos para engañar y sacar algún beneficio de ello.
  • Desconfiar de desconocidos. Nunca debemos confiar ciegamente en alguien que solo conocemos por Internet. Podría tratarse de un perfil falso, de un montaje difícil de descubrir si quien lo ha creado ha tenido cuidado con los detalles.
  • Nunca fotos de desnudos. Bajo ningún concepto debemos enviar una foto de desnudo propio a nadie y menos todavía a un desconocido.
  • Desnudos, ni a conocidos. Tampoco debemos enviarlo a alguien que realmente conozcamos, pues la pérdida de control de esa foto puede causar el mismo daño que una extorsión o mayor, pues puede llegar a hacerse pública con lo que ello significaría.
  • Es un delito. El hecho de poseer o compartir fotos de menores desnudos es un delito, incluso si se trata de nuestra propia foto.
  • Denuncia cuanto antes. Si un menor se ve envuelto en una de estas situaciones, debe saber que por sí solo nunca se librará del chantaje. Cuanto antes de aviso a quien puede ayudarle, antes terminará el sufrimiento. Debe contarlo a sus padres y/o al profesor/a que le inspire mayor confianza.
  • Son víctimas. Deben saber que ellos son las víctimas, nunca los culpables del problema en el que se han visto envueltos.

Esperemos que algún día todos los padres inculquen a sus hijos estas sencillas medidas de protección para que puedan mantenerse a salvo de estos ciberacosadores sexuales y pederastas que habitan en Internet.