Hoy en día las personas hemos desarrollado cierta dependencia a los teléfonos móviles. Esto nos incita a enchufarlos a puntos de carga públicos para evitar que se agote la batería. Sin embargo, haciendo esto estamos poniendo en riesgo nuestros dispositivos y nuestra información.
Hoy en día son muchas personas a las que la falta de batería en sus móviles les provoca angustia. ¿Estarías dispuesto a conectar tu móvil a un puerto USB de carga en la calle? ¿o en un medio de transporte? ¿en una tienda?…
Si has contestado que sí a alguna de estas preguntas estás cometiendo una práctica que pone en riesgo tus dispositivos y la información que almacenas en ellos, incluyendo todos los movimientos que estás realizando mientras estás enchufado a estos puntos de carga públicos. A esto se le denomina juice jacking.
El motivo de esto es que cualquier teléfono utiliza el mismo punto para cargarse que para transmitir datos. Por lo que conectarse a un puerto USB siempre lleva consigo el riesgo de que alguien nos robe nuestros datos. Siempre hay que tener en cuenta que los puntos de carga públicos son igual de accesibles para nosotros que para los ciberdelincuentes.
Cómo usar puntos de carga públicos
Si somos de esos usuarios que no pueden vivir sin móvil y temen quedarse sin batería, lo mejor es que llevemos con nosotros un cargador portátil. De esta forma nos aseguramos de que podemos cargar nuestro teléfono on the go sin poner en peligro a nuestro dispositivo.
Por otro lado, si llevar un cargador portátil nos parece demasiado pesado o voluminoso, hay otra opción: utilizar un protector USB (también llamado condón USB). Con este artilugio se evita la transferencia de datos y solo permite que pase la electricidad, por lo que podríamos cargar nuestro teléfono evitando el riesgo de sincronización de nuestros archivos.
Otras amenazas de conexiones
Del mismo modo que conectar nuestro teléfono a puntos de carga públicos puede poner en peligro la información que almacenamos en ellos, puede ocurrir lo mismo cuando conectamos un dispositivo USB del que desconocemos su origen a nuestros ordenadores.
Muchos ciberdelincuentes abandonan dispositivos con conexión USB infectados de malware. De esta forma logran atacar a todos los ordenadores a los que se conecten dichos aparatos. A esto se le denomina baiting. Sin embargo, no nos centremos únicamente en memorias USB, ya que cualquier dispositivo con este tipo de conexión podría ser una fuente de ‘virus’.
Algo que debemos tener siempre en cuenta es que los ciberdelincuentes siempre están innovando en la forma de infectar dispositivos, prueba de ello es el reciente desarrollo de un cable de conexión USB con wifi integrado pensado para realizar ciberataques a distancia.
Por todos estos motivos deberíamos estar siempre alerta ante dispositivos que nos regalan o nos encontramos en la calle. Lo más seguro es llevar siempre con nosotros nuestro propio equipo de carga.