¡Alguien ha intentado comprar en internet usando los datos de mi tarjeta!

La siguiente historia es una historia real. No obstante, el nombre de la protagonista se ha cambiado para proteger su privacidad.

Un soleado domingo de mediados de otoño de 2021, María decidió ir a pasear a la montaña con su mejor amigo. Como no habían planeado nada, decidieron que comprarían dos bocadillos y una botella de agua en el restaurante en cuyo aparcamiento dejarían el coche.

Tras aparcar, María cogió su móvil y, como siempre, procedió a mandarle la ubicación del coche a su amigo. Así, si se perdían, tendrían la referencia de dónde habían aparcado. Fue entonces cuando descubrió que en esa zona de la montaña no había cobertura. ¡Mejor! Disfrutarían de la caminata sin interrupciones.

Su siguiente paso fue ir al restaurante para pedir un par de bocadillos. Lamentablemente -aunque luego descubrirían que en realidad tuvieron mucha suerte-, como era casi la hora de comer, ya no hacían bocadillos. ¡No pasaba nada! Habían desayunado bien. Bastaba con comprar una botella de agua. Y ahí fue cuando saltó el primer indicio de alarma. Al ir a pagar la botella de agua con la tarjeta, pues ni María ni su amigo acostumbraban ya a llevar efectivo, el datáfono respondió con “Operación cancelada”. Lo intentaron varias veces y, al no pasar la tarjeta, no tener otra y no disponer de efectivo, decidieron irse a la montaña sin comida y sin agua. ¡Menos mal que no les habían hecho los bocadillos! ¡Qué vergüenza habría pasado de no haber podido pagarlos!

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