Se conoce como “Grooming” al acoso sexual y chantaje que cometen los depredadores sexuales a los menores a través de los medios de comunicación actuales, como redes sociales o servicios de mensajería.
El fenómeno grooming se produce cuando un desconocido, normalmente adulto, se gana la confianza de un menor hasta conseguir fotos íntimas de éste, desencadenando así el chantaje inmediato.
La proliferación de dispositivos conectados a Internet en manos de menores de edad, el hecho de que cuenten con cámaras, el uso indiscriminado de redes sociales y la insuficiente educación a edades tempranas, hacen que los niños sean el objetivo de una de las actividades delictivas más peligrosas de la Red.
Los casos de detenciones de depredadores sexuales en Internet son noticia en los medios de comunicación frecuentemente y en la mayoría de los casos las víctimas son menores de edad.
El uso de Internet, redes sociales y teléfonos inteligentes siempre conectados comienza a muy temprana edad, incluso antes de los 12 años. A estas edades los niños son poco críticos con lo que ven en Internet, no son capaces de distinguir con claridad la realidad de la farsa y resultan mucho más fáciles de engañar que los adultos.
¿Cómo actúan los depredadores sexuales?
Los depredadores sexuales se aprovechan de la inocencia e inexperiencia de los menores. Les basta con crear perfiles falsos en redes sociales o en servicios de mensajería instantánea haciéndose pasar por niños y niñas de la misma edad que las víctimas. Simplemente roban de Internet fotos de otros niños y niñas que puedan resultar atractivos para la víctima y se hacen pasar por ellos.
Inicialmente entablan una relación propia de la edad, pero en cuanto el depredador se gana la confianza del menor las conversaciones suben de tono y empieza a enviar fotos provocativas, por supuesto falsas. El niño o la niña creen tener una verdadera relación con alguien de su edad y terminan por enviar su primera foto íntima.
Desde ese momento comienza el chantaje, amenazando al menor con hacer públicas sus fotos de desnudos en redes sociales donde están sus padres, familiares y amigos. Comienza una espiral en la que el depredador irá subiendo el nivel de exigencia de fotos y vídeos, llegando incluso a exigir encuentros en persona.
Los menores afectados por este acoso, atenazados por el miedo y la vergüenza, no son capaces de contárselo a nadie y sufren el martirio ellos solos. En ocasiones, como hemos podido leer en las noticias, los resultados de estos hechos son tan dramáticos que llegan al límite del suicidio.
En este testimonio publicado recientemente comprobamos cómo cayó en una de estas trampas una niña de tan solo 12 años.
Y este otro artículo publicado en nuestro blog por una joven lectora, explica cómo vivió indirectamente la trama que engañó a una chica de 15 años.
Veamos qué deberíamos hacer como padres para mantener a nuestros hijos lejos de estos peligros.
Consejos para prevenir el grooming
- Lo más importante es la educación y el diálogo. Los padres debemos aprender la existencia de estos nuevos riesgos, cómo funcionan, cuáles son los objetivos, los medios que utilizan para el engaño, etc y hablar de ello con los niños. Solo así tendremos la capacidad de educar adecuadamente a los menores para que sepan prevenir el riesgo.
- Durante sus primeras etapas de interacción con redes sociales debemos acompañarles, supervisando sus nuevos contactos, mensajes y fotografías. Evitar que utilicen nuevas redes sociales sin nuestro consentimiento o supervisión, al menos durante los primeros años. A partir de los 15 o 16 años esto resultará más difícil, pero para entonces ya deberían saber desenvolverse solos y con seguridad. Recordemos que la edad mínima legal para crearse una cuenta son 14 años en España y 13 en muchos otros países.
- Nunca enviar imágenes íntimas o desnudos a través de Internet, ¡A NADIE!
- Revisión de los amigos. Transcurrido un tiempo, no está de más revisar con ellos sus listas de amigos en redes sociales y mensajería instantánea y verificar que realmente conoce y puede confiar en todos ellos.
- Debe estar muy claro que queda terminantemente prohibido citarse en persona con alguien que ha conocido por Internet.
- Fomentar el sentido de la privacidad e intimidad. Las fotos de familiares, de la vivienda, vehículo, suyas propias, etc. no deben ser públicas. No deberían nunca publicarse de forma pública en redes sociales.
- La seguridad en los equipos es también muy importante. Mantener actualizados los sistemas operativos, navegadores, antivirus y evitar la instalación de software o aplicaciones de origen dudoso les protegerá de posibles programas maliciosos que pudieran intentar el robo de imágenes desde la cámara.
- Denunciar inmediatamente. Si llegara a ocurrir el caso, tanto los padres como los menores deben saber que el hecho es denunciable y que la Policía tiene los medios necesarios para localizar al acosador y detenerlo. Es recomendable ponerse en contacto con los cuerpos de la policía especializadas, como www.policia.es/colabora.php y https://www.gdt.guardiacivil.es/