Soy Lupe, una joven de 18 años que ya he colaborado en alguna otra ocasión en este blog y hoy comparto una historia real que me ha ocurrido a mí misma. Aunque no soy la víctima, he sido testigo de un caso que me ha parecido interesante contar por si a alguien le puede servir de ayuda y le “abre los ojos” ante situaciones parecidas que ocurren continuamente en Internet.
Lo que cuento es completamente real y me ha sucedido hace solo una semana. Solo he cambiado los nombres de las personas implicadas para mantener su privacidad.
Hace unos días fui la intermediaria de uno de tantos problemas que se dan a raíz de las redes sociales. Es un problema que se da mucho pero no le das importancia hasta que no te pasa a ti mismo/a. Se trata de la suplantación de identidad y posterior intento de acoso.
Me habló una chica de otra ciudad de España a través de mensajes privados de Instagram, quería preguntarme algo muy importante y me dio su número de Whatsapp. Yo no quise dárselo hasta que no me adelantara de qué trataba eso tan importante.
En cuanto me nombró a uno de mis mejores amigos y me dijo que eso tan importante estaba relacionado con él, le hablé por Whatsapp. Le dije que me contara qué es lo que pasaba y me contestó que hace 4 meses conoció a un chico por Instagram que supuestamente se llamaba “Andrés García”.
Irene, la chica que me habló, y “Andrés” estuvieron conociéndose hasta que él consiguió gustarle a ella, sin haberse visto nunca en persona. Hablaban por Facebook ya que él se suponía que no tenía Whatsapp, en cambio sí Instagram, Facebook y Twitter.
Hace unos días, “Andrés” le pasó una captura de pantalla del Instagram de mi amigo Carlos y le dijo a Irene que denunciara esa cuenta porque se estaba haciendo pasar por él subiendo fotos suyas (supongo que para provocar que Instagram bloqueara la cuenta de Carlos y éste no se diera cuenta de que le estaban suplantando su identidad).
A Irene le pareció muy raro y estuvo husmeando esa cuenta de Carlos. Gracias a los comentarios de las amigas en la cuenta de Carlos, consiguió dar con mi Instagram y preguntarme por privado si yo conocía a Carlos. Yo le contesté que él es mi amigo y de la ciudad de donde somos. Finalmente ella se dio cuenta de todo lo que le estaba sucediendo, y me lo explicó.
Alguien que se hacía llamar Andrés, se hizo pasar por mi amigo Carlos subiendo fotos suyas tanto en Instagram como en Twitter y en Facebook. “Andrés” le había hecho pensar a Irene que ya eran novios y le pidió que le pasara fotos calientes. Ella confiada le hizo caso y ahora que se ha dado cuenta que nadie conoce a esa persona, se arrepiente de haber confiado en alguien que sólo conoce a través de redes sociales. Irene tiene solo 15 años.
Además “Andrés” lo hizo todo más creíble ya que falsificó otras cuentas de amigas de Carlos para hacerle ver a Irene que son sus primas, amigas etc. De este modo, también suplantó la identidad de una amiga en común de Carlos y mía. Utilizó sus fotos en otro perfil falso y se hizo pasar por una supuesta prima de “Andrés” con la que simulaba una relación normal.
Ahora estas cuentas falsas han sido denunciadas a la Policía por mis dos amigos y menos mal que el supuesto “Andrés” no ha conseguido hacerle, todavía, una amenaza usando las fotos calientes que Irene la pasó. Espero que lo pillen antes que pueda hacerlo.
Espero que mi historia sirva para que no confiéis en personas que solo conocéis en Internet ya que no es posible saber quién está detrás de los perfiles de las redes sociales.