Las redes sociales que todos utilizamos, como Facebook, Twitter o Google pueden funcionar mejor o añadir algún servicio cuando se “emparejan” con aplicaciones de terceros. Pueden tener funciones de lo más variado, por ejemplo, conocer estadísticas sobre nuestros seguidores en Twitter, utilizar Facebook con un aspecto distinto y personalizado en el teléfono, publicar directamente desde otras aplicaciones, etc.

También las aplicaciones obtienen beneficio de esta unión, porque consiguen datos del usuario rápidamente y sin necesidad de desarrollar la tecnología para adquirirlos, como la ubicación o el correo electrónico.

Estas aplicaciones podrán llevar a cabo el cometido para el que se han diseñado siempre que puedan utilizar los diferentes elementos que componen el teléfono, como la cámara, el micrófono, los sensores GPS, etc.

