Las aplicaciones para teléfonos móviles se han desarrollado de tal modo que contamos con ellas para innumerables funciones, incluida alguna tan interesante como la de ayudarnos a encontrar un empleo.

La tendencia generalizada a utilizar servicios de aplicaciones móviles en detrimento de las versiones Web, ha hecho que los principales portales especializados en la búsqueda y oferta de empleo hayan desarrollado sus propias aplicaciones, lo que ofrece a los usuarios una mayor comodidad de uso, mejores opciones de búsqueda e interesantes servicios de alertas.


Debemos tener en cuenta un par de cuestiones clave. Por un lado debemos saber que en LinkedIn existen dos perfiles: uno público, al que podrá acceder cualquiera (y por cualquiera entendemos “cualquiera” sin ninguna restricción) y otro privado, que sólo verán nuestros contactos en la red social.
Desde luego esto es un ataque directo a la privacidad de la persona que, ante la necesidad de conseguir el puesto de trabajo, puede llegar a ceder sus datos de acceso. Poniéndome en la piel del empresario, el fin es asegurar que la persona a la que vas a contratar es realmente quien dice ser, lo cual resulta, desde cierto punto de vista, algo lógico. No obstante, tanto en este caso como en otros, el fin no justifica los medios. Por un lado porque no se trata únicamente de la intimidad del candidato, sino también de todas aquellas personas con las que éste mantiene una “amistad” en la red social. 