Los datos que utilizamos para conectarnos a Internet con nuestro teléfono tienen un límite mensual y nos conviene controlarlos para no sobrepasarlo.
Los teléfonos móviles se conectan a Internet esencialmente de dos modos, o vía wifi o a mediante la conexión de datos que nos proporciona la compañía telefónica a través de nuestra tarjeta SIM. En el primer caso, el consumo de esos datos es ilimitado porque los contratos que suministran Internet en casa u otros lugares con wifi no tienen un límite establecido.