El malware móvil ha sido la amenaza que más dinero ha proporcionado a los ciberdelincuentes en la última época, ya que los ataques a través de este software malicioso son capaces de permanecer ocultos durante períodos de tiempo más prolongados, en comparación con los ataques realizados contra ordenadores (ransomware). Esta es la conclusión extraída por expertos de la firma de seguridad Check Point, quienes señalan que Judy, un virus que infectó millones de teléfonos inteligentes Android el pasado año, gracias a su presencia en más de 40 aplicaciones de la Play Store, permaneció operativo durante un año, mientras que WannaCry, por ejemplo, no sobrepasó el mes.






