Cuidado con un correo electrónico que nos hace creer que nos envían unos archivos a través de Google Drive, se trata de un engaño para robarnos nuestros datos y nos instala un virus.
Una persona que conozco y que tiene mi correo electrónico en su agenda me ha enviado sin saberlo un correo electrónico fraudulento con un doble riesgo. Por un lado intenta el robo de mi correo electrónico y contraseña y por otro, al parecer, instala un archivo malicioso que se ocupa de reenviar el mismo mensaje a todos los contactos.


De un tiempo a esta parte, tenemos un nuevo campeón indiscutible dominando en el universo del malware. En un principio, parecía que sería como cualquier otro virus o troyano a los que ya estamos acostumbrados, pero hemos ido viendo como su poder y popularidad ha ido creciendo de manera exponencial con el paso del tiempo. Hablamos del ya famoso ransomware. Fíjense si es famoso que hasta tiene un papel muy relevante en un capítulo de la última temporada de una conocida serie de televisión (y no vamos a decir más).
Los documentos habituales de Microsoft Office, tan de sobra conocidos como Word, Excel o PowerPoint entre otros, pueden llevar incluidos pequeños programas llamados ‘Macros’ que los prepara el autor y que normalmente tienen la función de automatizar algún proceso.
Este es el caso típico de las botnets, que normalmente están compuestas por miles de ordenadores y, en el caso de las más grandes, por cientos de miles, que suelen estar diseñadas para obtener información personal, detalles de tarjetas de crédito, datos de contacto como teléfonos y direcciones… sin que sus propietarios sepan que están infectados. Además de los inconvenientes que supone tener un ordenador infectado y que los cibercriminales puedan obtener nuestros datos, existe un problema aún mayor: muchas veces estos equipos se usan para cometer otros crímenes tales como robos de identidad, fraudes, ataques a redes y páginas web, etc.
El navegador Chrome de Google es uno de los más extendido en todos nuestros ordenadores por su rapidez y medidas de seguridad implementadas, no obstante, no está libre de instalaciones no deseadas.
La misma compañía de seguridad que detectó la primera versión de Selfitime hace unos cuatro meses ha descubierto y divulgado la aparición de una nueva versión mucho más agresiva a la que han denominado 