Las aplicaciones “espía” para teléfonos móviles existen y cualquiera, a poco que busque, puede encontrar alguna en Internet e instalarla en el dispositivo de su víctima para espiarla. Pero su uso es ilegal y como le ha ocurrido recientemente a un joven de Jaén (España), quien haga uso de ellas puede ser acusado de un delito contra la privacidad de las personas.
La noticia que los medios han publicado recientemente cuenta cómo un chico regaló a su novia un teléfono móvil al principio de su relación en el que había instalado previamente una aplicación espía. Mediante esta aplicación podía conocer todas sus conversaciones de Whatsapp y otras redes sociales e incluso podía activar el micrófono y la cámara de forma remota en cualquier momento para comprobar lo que sucedía alrededor del teléfono.