Cambiar de teléfono y conservar todos nuestros datos no es un problema si mantenemos el mismo sistema operativo. Solo tenemos que utilizar la misma cuenta de correo electrónico durante el registro y el sistema automáticamente nos añadirá en el nuevo dispositivo las aplicaciones, contactos, fotos, etc. que teníamos en el anterior – siempre que hayamos configurado adecuadamente los servicios “en la nube” – .
Pero cuando el cambio de teléfono incluye también el paso de un sistema operativo a otro, la migración de todos nuestros datos no es siempre sencilla. Veamos el caso más complicado en la actualidad, la transferencia de iPhone a Android, que aunque no cuenta con un procedimiento automatizado, es posible realizar la transferencia siguiendo unos pocos pasos.