Ya ha pasado un año desde que empezamos con nuestras primeras entradas en el blog,
a mediados de mayo de 2011 y fue a partir de junio cuando alcanzamos un ritmo constante en nuestras publicaciones.
Por eso, en estas fechas estamos de cumpleaños, celebrando nuestro primer año de existencia y deseando poder cumplir muchos más con la colaboración de nuestros lectores y seguidores.
Estamos muy contentos por la acogida que ha tenido el blog en este medio tan saturado de información como es Internet. No resulta sencillo abrirse un hueco entre tantos medios de comunicación, ni siquiera tratando temas que importan a la inmensa mayoría de internautas, como los relacionados con la seguridad.
Hasta hoy, se han publicado 240 entradas y 8 páginas, organizadas en 20 categorías y clasificándolas mediante 284 etiquetas. Se han agregado más de 570 imágenes, hemos recibido 345 comentarios y también se han publicado 6 encuestas.
Ha supuesto un importante esfuerzo pero ha merecido la pena, el número de visitas a
nuestras páginas no deja de crecer un mes tras otro.
Uno de los efectos de esta dependencia es que da igual si se está en clase, en el instituto o estudiando, que se está siempre pendiente del móvil. Esto provoca una falta de concentración y de atención en lo que se está realizando bastante importante. Son muchos los niños o jóvenes que están estudiando con el móvil encima de la mesa, a la espera de que alguien les “hable” o pendiente de lo que ocurre en Twitter. Esto es algo que debemos controlar para evitar casos de distanciamiento con las personas, y de la llamada nomofobia (miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil). Existen casos de personas que les cambia el humor, el carácter y la forma de comportarse si no tienen el móvil activo.
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Ahora comentaré algunas de sus curiosas funciones, pero lo que más me ha sorprendido es la ‘filosofía’ que esconde detrás de su sencillo funcionamiento.
