El correo no deseado, conocido como ‘spam’ o correo basura son aquellos mensajes, publicitarios o no, que nos llegan sin haberlos solicitado y que normalmente no tienen ningún interés para nosotros. A menudo llegan incluso en otro idioma y suelen proceder frecuentemente de otros países.
Además de ser una incomodidad en el momento de revisar nuestra bandeja de entrada, este fenómeno es tan elevado que incluso representa un riesgo desde el punto de vista medioambiental por el consumo energético que requiere. Se calcula que diariamente se envían varios cientos de miles de millones de mensajes no deseados.
Y no olvidemos que muchos de estos mensajes esconden intenciones malignas, a menudo intentan engañarnos con mensajes alarmantes del tipo ‘se ha bloqueado tu cuenta de correo’ o ‘se ha bloqueado tu cuenta del banco, confirma tus datos’. Intentan estafarnos o robarnos nuestros datos de acceso personal para suplantar nuestra identidad con el tipo de engaño ‘phishing’. También pueden esconder archivos adjuntos que, al ejecutarlos, nos instala algún programa tipo virus con serias repercusiones.
No recibir correo spam es tarea casi imposible, sobre todo si nuestra cuenta de correo ya tiene algún tiempo y la hemos utilizado activamente, pero unos buenos hábitos pueden ayudarnos mucho y al mismo tiempo actuamos solidariamente con el resto de la comunidad al intentar reducir sus efectos.



En alguna ocasión ya hemos hablado sobre este tipo de timo que, aunque llevan años circulando, parece que a los estafadores todavía les resulta de interés. Reciben el nombre de “timos nigerianos” porque los mensajes hacen referencia a fortunas que proceden de este país y otros lugares próximos.
¿Vas a ausentarte durante unos días y no vas a tener conexión a Internet?
Como cada cierto tiempo, vuelve a ser noticia que los ciberdelincuentes se han apoderado de información personal de forma masiva. En esta ocasión le ha tocado el turno a casi 5 millones de cuentas de Google.
Hemos escrito mucho sobre el oportunismo que demuestran los ciberdelincuentes cuando lanzan sus ataques para alcanzar al mayor número de personas posible. Suelen aprovechar grandes eventos o noticias de impacto para que caigamos en algún tipo de trampa, normalmente movidos por la curiosidad.