Había una vez, en el libro de la asignatura de Ciencias Sociales de E.G.B., un tema planificado para tratar a final del curso sobre “Educación y seguridad vial”. Por aquel entonces pocas veces se llegaba a terminar el libro de Ciencias Sociales, y si mi memoria no me engaña, de casi ninguna asignatura lo que implicaba que sólo algunos “privilegiados” llegaban a estudiar el lucrativo tema sobre “Educación y seguridad vial”. Había pasado ya más de un siglo desde que los humanos convivíamos con los automóviles de motor de combustión con gasolina y sin embargo la formación sobre este tema, pese a su importancia, sólo había conseguido llegar a los niños a un relegado tema de final de curso.




¡Qué pocos padres se resisten a comprar un samrtphone a sus hijos aunque sean aún niños!
Según un estudio elaborado por la conocida empresa de soluciones informáticas en ciberseguridad
La semana pasada fue noticia un
Pero desgraciadamente para algunos la sensación de asfixia y tormento será mucho mayor. Me refiero a aquellos que el año pasado ya sufrieron los ataques de sus “compañeros” a través de las redes sociales y otros servicios de mensajería por Internet, las víctimas del ciberacoso.
Sí, ya estamos de nuevo en verano. Ha pasado todo un año desde nuestro último descanso. Como en otros meses de agosto, -este ya es el tercero- nos tomamos un descanso, unas vacaciones para desconectar todo lo que nos sea posible y recargar nuevas energías.
