Las consolas de videojuegos actuales funcionan conectadas a Internet y por lo tanto son vulnerables a cibertataques dirigidos desde el exterior. Es fundamental hacer un uso seguro también de estos dispositivos para preservar nuestra privacidad y la seguridad de nuestros datos personales.
Se pueden convertir en una vía de entrada a ciberatacantes que podrían tener acceso a nuestros datos personales, incluso a las tarjetas de crédito preconfiguradas para el pago, así como realizar incursiones en la privacidad de las personas a través de, por ejemplo, una webcam.