En el mundo de Internet, no nos cansaremos de advertirlo, ni todo lo que leemos es cierto ni todo lo que vemos es necesariamente lo que parece ser. Y si en algún área se cumple de manera excepcional es precisamente en el mundillo de los hackers y las páginas donde dan información y se debate sobre sus ‘trucos’ y herramientas.
En Internet podemos encontrar innumerables páginas, foros, blogs, vídeos, etc. donde nos “enseñan” a robar las contraseñas de las cuentas de los demás, especialmente de Facebook, pero también de otras redes como Messenger, Twitter o cualquier otra.
Podéis hacer una búsqueda en Google con estos términos para comprobar la inmensa cantidad de información que hay publicada relacionada con el ‘hacktivismo’.

Pero en Navidad el riesgo en el mundo online se intensifica de manera notable. No solo porque aumenta el número de intentos, que ya sería una causa suficiente, sino porque se suma además el efecto de otros factores que facilitan el trabajo a los ciberdelincuentes y eso es algo que ellos conocen e intentan explotar.

En 1971 apareció el primer virus. Se llamaba “Creeper”, apareció cuando estaba funcionando ARPANET, que era básicamente el principio de INTERNET, pero ARPANET se utilizaba desde el Gobierno de Estados Unidos para conectarse entre si y funcionar dentro de un circulo cerrado, pero con las “puertas traseras” abiertas. El virus solamente decía “sígueme y búscame”. Simplemente saltaba de sistema a sistema.




