Las aplicaciones que instalamos en Facebook reciben nuestra autorización para compartir información personal con el resto de usuarios de la red.
Es conveniente revisar periódicamente la lista de aplicaciones que hemos autorizado y eliminar aquellas que ya no vamos a utilizar o que no recordábamos que habíamos instalado, dejando solo las que realmente nos interesan.

Para ello hay que acudir, desde el botón de la barra superior, a ‘Configuración de la privacidad → Editar la configuración de Aplicaciones y sitios web’. Entra en ‘Aplicaciones que utilizas’ y haz la “limpieza” que sea necesaria.
Todas las aplicaciones que dejes en esta lista, necesariamente van a acceder a cierta información, como tu nombre, la foto de tu perfil, tu sexo, tus redes, tu nombre de usuario y tu identificador de usuario (el número de tu cuenta). Pero hay mucha más información que pueden tomar y compartir con el resto de usuarios.


La vemos en el lateral derecho de la página, junto con otros reclamos publicitarios con propósitos más nobles. Está acechando al incauto lector que, movido por su curiosidad y su reducido hábito de lectura, ‘pica’ el anzuelo y permite así ‘donar’ parte de su dinero a los que están detrás de este ingenio.
Desde luego esto es un ataque directo a la privacidad de la persona que, ante la necesidad de conseguir el puesto de trabajo, puede llegar a ceder sus datos de acceso. Poniéndome en la piel del empresario, el fin es asegurar que la persona a la que vas a contratar es realmente quien dice ser, lo cual resulta, desde cierto punto de vista, algo lógico. No obstante, tanto en este caso como en otros, el fin no justifica los medios. Por un lado porque no se trata únicamente de la intimidad del candidato, sino también de todas aquellas personas con las que éste mantiene una “amistad” en la red social.
Evidentemente, antes de ser padre también fui hijo… y de esos “algo espabilaos” que llevaban a sus padres un poco locos. Nuestras mentirijillas tenían por objeto tener más cromos, ver como llamar por teléfono a nuestros amigos o amigas, salir hasta más tarde o ver programas en la tele de “dos rombos”…



