¿Podemos enviar fotos subidas de tono, lo que se conoce como “sexting”, de forma segura utilizando aplicaciones que las autodestruyen?
Rotundamente no.
Se conoce como sexting el hecho de enviar mensajes de contenido sexual más o menos explícito acompañados normalmente de imágenes o videos sugerentes de quien los envía.
Tras el impacto que tuvo en la prensa internacional el caso del famoso golfista Tiger Woods, quien sufrió una crisis matrimonial y desprestigio profesional por hacerse públicos unos mensajes enviados presuntamente por él, aparecieron aplicaciones para los móviles que eran capaces de autoeliminar los mensajes enviados tras un pequeño tiempo programado.
Las primeras versiones solo permitían enviar de este modo los mensajes de texto, pero pronto aparecieron aplicaciones que lo hacían también con fotografías tomadas y enviadas desde el propio móvil.


Por eso en los próximos días no veréis nuevas entradas, pero un mes pasa volando y en septiembre volveremos con nuevas noticias y comentarios que esperamos os interesen a todos.
Los nativos podrían ayudar a entender todo este mundo a algún padre/madre despistada o remolona y, por qué no, a algún abuelo/a que sólo necesitan un pequeño empujón para empezar a utilizar las herramientas más sociales de la red.



Ahora comentaré algunas de sus curiosas funciones, pero lo que más me ha sorprendido es la ‘filosofía’ que esconde detrás de su sencillo funcionamiento.
Una de las grandes novedades fue la App Store, una plataforma donde los desarrolladores podían exponer y vender sus aplicaciones al público.
Su objetivo principal es la ‘Seguridad Vial’, aunque también contiene otras funciones que la complementan y la hacen polivalente, con herramientas verdaderamente útiles.