Cuando uno acostumbra a leer e incluso a escribir sobre los temas que tratamos habitualmente en este blog, parece que las reglas más elementales sobre privacidad y seguridad en los ordenadores van a ser del dominio público, que todo el mundo va a estar al tanto de los riesgos o amenazas que circulan por Internet.
Pero nada más lejos de la realidad y lo he podido constatar durante estos días de vacaciones en los que he variado algo mi círculo de amigos y he conversado con algunos de ellos sobre las nuevas tecnologías que a todos nos rodean.
Podría decir que no he encontrado ninguna persona suficientemente formada o medianamente conocedora de los riesgos que corren nuestros hijos al extender sus lazos de amistad a través de las redes sociales. Todos ellos se consideran inmigrantes digitales, pero no por ello deberían ser “ignorantes digitales”, y digo esto en el mejor de los sentidos, sin su acepción peyorativa, simplemente “ignoran” muchas cosas que deberían conocer.


Tuenti es una red social que se ha extendido enormemente, principalmente entre los jóvenes y niños de nuestro país. Desde que apareció sobre el año 2006 ha crecido extraordinariamente hasta tener en la actualidad más de 10 millones de usuarios. Lo curioso es que para darse de alta como usuario es necesario una invitación de alguien que ya esté registrado anteriormente, por tanto es de acceso restringido.
Si tienes un teléfono móvil sin conexión a Internet o no puedes acceder a Tuenti porque tu terminal no es compatible, puedes mantenerte informado/a de lo que ocurre en tu cuenta vía SMS.
Existe una situación bastante conflictiva, bastante extraña que hace a los adolescentes pegar un grito, poner cara de asombro o incluso, saltar de la silla: Abrir tu tuenti, encontrarte con una petición de amistad y, para tu asombro, encontrarte con que tu padre, o tu madre, quiere ser tu amigo. La primera reacción de una adolescente es de asombro: Facebook vale, pero tuenti, ¿Para qué querrá mi padre tener tuenti?. Tras las cuestiones, llegan las suposiciones más frecuentes: A ver si se lo ha hecho para vigilarme, o para ver qué hago yo en cada momento. Y por último la gran pregunta final, que no es cuestionarse si se le acepta o no, si no decidir cómo se le explica a un padre que no lo quieres en tu lista de contactos. 
Es tan alto el número de robos de contraseñas, suplantaciones de identidad u otros problemas parecidos en Tuenti, que la propia Red ha creado una iniciativa llamada “Plan Contigo”. Consiste en un usuario más de Tuenti, que se puede buscar simplemente con el término “contigo” y que pertenece a la Policía Nacional y la Guardia Civil. Actualmente tiene aproximadamente 70.000 seguidores. Además de dar consejos y noticias, ponen a disposición de todos los usuarios un correo electrónico, plancontigo@mir.es, donde realizar consultas directamente.