Los navegadores son los programas que utilizamos para ver las páginas de Internet tanto en ordenadores como en dispositivos móviles. Los sistemas operativos de nuestros equipos vienen siempre con un navegador instalado, como Explorer en los equipos Windows o Safari en los Mac, pero como usuarios podemos escoger entre otras opciones de gran éxito siempre gratuitas, como Chrome, Firefox u Ópera.



Para bien más que para mal tenemos una gran amalgama de utilidades a nuestro alcance repartidas por Internet y demás vías de comunicación. En la mayoría de ocasiones optaremos por trastear un poco en los buscadores de internet y otro par de clics de ratón después tendremos múltiples resultados aparentemente satisfactorios sobre aquello que andábamos buscando, como por ejemplo: nuestra aplicación favorita para editar imágenes, un programa que convierta ficheros de vídeo a audio y así poder descargar tonos en nuestro teléfono, el último single de “Lady Gaga” vía descarga directa, etc. Otras veces directamente se lo pediremos a un amigo que amablemente nos lo proporcionará en un CD-Rom, DVD o Pendrive.

