El sistema operativo Windows, el más habitual en nuestros ordenadores en cualquiera de sus versiones, se actualiza periódicamente. Las actualizaciones son frecuentes en muchos programas y necesarias para hacer pequeñas modificaciones que los mejoran en su funcionamiento y más funciones.
Pero la razón principal por la que debemos actualizar nuestros sistemas operativos es por seguridad. Windows lo hace con una periodicidad de aproximadamente un mes, pero realmente depende de la urgencia y número de “agujeros” que debe tapar, por lo que a menudo podemos encontrar una importante variación en frecuencia de actualizaciones.
Si no hemos cambiado la configuración ni lo ha hecho ningún programa instalado, estas actualizaciones deberían realizarse de forma automática sin nuestra intervención. Posiblemente ni siquiera nos estemos enterando de ellas.
Pero, a menudo observo ordenadores en los que el aviso de actualización pendiente figura de forma continua sin que su propietario le de la menor importancia.
Ese icono que aparece en la barra de tareas, en la parte derecha donde figuran los programas en uso, nos indica que hay actualizaciones disponibles para instalar en Windows y debemos actuar para que se lleve a cabo la instalación.