En estas fechas empieza un nuevo curso escolar para todos los niños y jóvenes de nuestro país. En general, el sentimiento de todos los chicos y chicas será de resignación, al fin y al cabo en vacaciones se vive mejor que en época de estudio.
Pero desgraciadamente para algunos la sensación de asfixia y tormento será mucho mayor. Me refiero a aquellos que el año pasado ya sufrieron los ataques de sus “compañeros” a través de las redes sociales y otros servicios de mensajería por Internet, las víctimas del ciberacoso.
Quizá en verano el hostigamiento ha cesado o se ha visto reducido en gran medida, pero probablemente, el hecho de regresar a las aulas será suficiente para que regrese el conocido calvario.
El ciberbullying o ciberacoso se da habitualmente entre iguales, normalmente niños y jóvenes, y utiliza los medios de las nuevas tecnologías para insultar y burlarse de los compañeros. Como cada vez las tecnologías y especialmente los teléfonos inteligentes están presentes a edades más avanzadas, el fenómeno aparece antes en la vida de los escolares.

La mayoría de nosotros llevamos dispositivos móviles conectados a Internet a todas partes, incluso en el período de vacaciones. No obstante, son diversas las circunstancias por las que precisamente en este período tenemos más posibilidades de conectarnos a ordenadores ajenos, como los que nos proporcionan en zonas comunes de los hoteles o locutorios en el extranjero.
Lejos queda aquella época en que las vacaciones de verano suponían “desconectar de todo”, del trabajo por supuesto, pero incluso de amigos y familiares a los que ya no verías durante un buen tiempo y no sabrías nada de ellos hasta el regreso del merecido descanso.
En esta ocasión compartimos las conclusiones más relevantes extraídas de los datos que han recopilado utilizando sus programas de control parental instalados en los ordenadores de los países de la Unión Europea. El estudio trata de averiguar cuáles son los temas “prohibidos” para los menores que les suscitan un mayor interés. Mide el número de veces que intentan acceder a categorías tales como pornografía, drogas o software ilegal entre otras.
Es un hecho que las compras por Internet crecen año tras año, los usuarios vamos perdiendo el miedo a la compra online, somos más los que compramos y nos dejamos más dinero y desgraciadamente, esto es algo que los ciberdelincuentes conocen muy bien.


Hemos publicado recientemente una serie de entradas relacionadas con el mundo de los videojuegos, extraídas de nuestro ‘