El ciberacoso es un grave problema que se produce cuando una persona sufre insultos y vejaciones por parte de otras, normalmente sus propios “amigos”, utilizando los medios de comunicación actuales.
Se conoce también como ciberbullying y su gravedad estriba en el hecho de que la víctima sufre el acoso de forma pública, instantánea y para siempre. Los contenidos vertidos en redes sociales y otros medios de comunicación tienen un gran poder de expansión y quedan allí a perpetuidad sin existir modo efectivo de hacerlos desaparecer por completo.




Pero desgraciadamente para algunos la sensación de asfixia y tormento será mucho mayor. Me refiero a aquellos que el año pasado ya sufrieron los ataques de sus “compañeros” a través de las redes sociales y otros servicios de mensajería por Internet, las víctimas del ciberacoso.
Lo que también ha crecido junto al número de usuarios son los problemas generados por el uso inadecuado, la falta respeto y la mala educación. Los casos de suplantación de identidad y acoso a menores con fines sexuales son desgraciadamente muy frecuentes y ya son conocidos muchos casos que han visto la luz tras haber sido condenado el autor del ciberdelito.
Esta aplicación permite colaborar en la protección infantil informando, de forma anónima y confidencial, de cualquier página, foro, chat u otros espacios en Internet en los que se pueda apreciar a menores de edad sufriendo abusos sexuales, menores siendo utilizados para acciones relacionadas con la pornografía así como situaciones de acoso sexual a menores en el entorno de internet.
