En otras ocasiones ya hemos hablado sobre el peligro que tienen las cámaras web en general para nuestra seguridad. Muestran una gran cantidad de información personal, a menudo se hace un mal uso de ellas mostrando imágenes de las que luego nos arrepentiremos, son manipulables, pueden grabarnos a distancia, etc.
Cuando hablamos de cámaras web instaladas en ordenadores de sobremesa, lo prudente es mantenerla desconectada del USB todo el tiempo que no la vayamos a utilizar. En mi caso, la conecto en contadas ocasiones, solo para hacer alguna videollamada, el resto del tiempo la mantengo desconectada del ordenador.

Hay que recordar que los ciberdelincuentes son capaces de manipular nuestra webcam a distancia, incluso desactivando el LED que se ilumina y que nos avisa de su actividad.



Durante estos días, con los desplazamientos debidos a las vacaciones de verano, muchos de nosotros buscaremos puntos wifi gratuitos para conectarnos a Internet fuera de casa. El consumo de datos en dispositivos móviles es limitado y además, en el extranjero, puede suponernos un gasto muy elevado si utilizamos nuestra conexión móvil habitual, lo que nos llevará a buscar estas conexiones abiertas en alguna ocasión.
No obstante, existen métodos que podemos utilizar para “espiar” lo que hace el destinatario con nuestro correo. Muchos de los mensajes que recibimos tienen fines comerciales, siendo especialmente en esos casos en los que podemos encontrar con más frecuencia estos sistemas de rastreo.
Muchos padres deciden regalar a sus hijos móviles de última generación aún siendo niños. Hoy es difícil encontrar chicos o chicas a partir de los 12 años que no dispongan de un smartphone conectado a Internet. Lo que se preguntan muchos padres es si podrían utilizar alguna de sus funciones para conocer dónde se encuentran sus hijos en un momento determinado.