A continuación, presentamos algunas recomendaciones para evitar riesgos y procurar un uso adecuado y seguro uso de Internet por parte de los menores.
1.- La Comunicación entre padres e hijos es fundamental para crear un adecuado clima de confianza. Lo haremos de forma clara, respetuosa y constante, ayudándoles a conocer tanto las ventajas como las principales amenazas de Internet. Aunque parece obvio, muchas veces no se da el suficiente nivel de libertad para que nos cuenten lo que quizá les está preocupando.

El ‘Geocaching’ es una afición que abarca a usuarios de nuevas tecnologías de todo el mundo, se desarrolla casi exclusivamente en la naturaleza y es muy adecuada para realizar en familia. Es una red social, con una componente mínima de comunicación por ordenador y otra parte mucho más importante que se lleva a cabo en lugares exteriores, normalmente en parajes pintorescos o que tengan algún tipo de interés para el visitante.
Si tienes un teléfono móvil sin conexión a Internet o no puedes acceder a Tuenti porque tu terminal no es compatible, puedes mantenerte informado/a de lo que ocurre en tu cuenta vía SMS.
Cuando nos comunicamos con otras personas por medio de mensajes o chat por Internet, nos resulta más fácil expresar nuestros sentimientos. Perdemos ese punto de timidez que da la relación directa o personal y nos escudamos en una falsa sensación de anonimato.
Ya conocemos la importancia que tiene twitter en el mundo de la comunicación. No hay día que no se mencione en los telediarios, tertulias en la radio o cualquier medio de información. Sabemos que está detrás de muchos movimientos sociales que están teniendo una enorme repercusión afectando a países enteros y sus gobiernos. Tiene seguidores de toda condición, en todos los países, de todas las edades, con fines profesionales, educativos, de ocio, revolucionarios, etc.
Existe una situación bastante conflictiva, bastante extraña que hace a los adolescentes pegar un grito, poner cara de asombro o incluso, saltar de la silla: Abrir tu tuenti, encontrarte con una petición de amistad y, para tu asombro, encontrarte con que tu padre, o tu madre, quiere ser tu amigo. La primera reacción de una adolescente es de asombro: Facebook vale, pero tuenti, ¿Para qué querrá mi padre tener tuenti?. Tras las cuestiones, llegan las suposiciones más frecuentes: A ver si se lo ha hecho para vigilarme, o para ver qué hago yo en cada momento. Y por último la gran pregunta final, que no es cuestionarse si se le acepta o no, si no decidir cómo se le explica a un padre que no lo quieres en tu lista de contactos. 