Los teléfonos móviles actuales disponen todos ellos de sistemas que les permiten geolocalizarse en los mapas. A través de las opciones de configuración habituales podemos activar o inactivar este servicio, pero no podemos “confundirlo” para fingir estar en otro lugar.
No obstante, podemos utilizar ciertos trucos para que el propio teléfono “crea” que está en cualquier otro punto que deseemos del mapa. Podemos usar esta estrategia para, por ejemplo, confundir a quien esté supervisando nuestra ubicación, para juegos que dependen de nuestra posición, como Pokemon Go, o también para acceder por Internet a información que pueda estar limitada en nuestro país.